Lesiones deportivas: Rotura del tendón de Aquiles
El tendón de Aquiles es el tendón situado en la parte posterior e inferior de la pierna que conecta el tríceps sural (gemelos y sóleo) con el talón. La función principal de esta musculatura es la flexión plantar como por ejemplo ponerse de puntillas.
Es un tendón muy fuerte pero que, como el resto de tendones de otros músculos, puede romperse realizando algún esfuerzo, normalmente practicando deporte.
Los deportes que más predisposición pueden tener para que se rompa son el baloncesto, pádel, tenis o corredores de corta distancia entre otros. La característica común que tienen estos deportes es que tienen contracciones del tríceps sural muy potentes en muy corto espacio de tiempo, en la que el tendón tiene que realizar una contracción máxima repetidas veces.
Baloncesto por los saltos y cambios de dirección continuados, pádel o tenis por las arrancadas a por la bola y corredores por la explosividad del arranque a correr.
¿Qué tipo de roturas del tendón de Aquiles existen?
Rotura parcial del tendón:
los síntomas que vamos a notar al sufrir una ruptura parcial del tendón es un fuerte pinchazo en la parte inferior del gemelo, acompañado de incapacidad de apoyar el pie y con ello caminar. Se producirá una inflamación importante (dependiendo de las fibras que se han roto) a lo largo del final de la pantorrilla hasta el talón.
Al día siguiente, incluso unos días después, puede aparecer hematoma a lo largo del tríceps sural y en el propio tendón.
La recomendación principal es acudir al hospital para que se realicen las pruebas pertinentes y descartar una rotura completa.
Si es parcial debemos permanecer en reposo entre 3 y 6 semanas (dependiendo del grado de rotura), caminar con una bota que nos mantiene el pie inmovilizado y la medicación que el traumatólogo considere.
Después de ello comenzaremos la rehabilitación para volver a la normalidad.
(En otra publicación explicaremos la rehabilitación de la rotura del tendón de Aquiles)
Rotura completa del tendón:
Si se produce una rotura completa notaremos un fuerte pinchazo a lo largo del tendón o incluso en el gemelos. Se produce un dolor muy agudo e intenso que incapacita la marcha completamente. En este caso tras las pruebas pertinentes se debe recurrir a la cirugía para reinsertar el tendón de Aquiles.