Rehabilitación post quirúrgica de rotura de menisco

Ejercicios de rehabilitación de rotura de menisco

La rotura de menisco es una lesión muy común entre la población. Las personas con mayor probabilidad de que sufran esta lesión son los deportistas que realizan deportes de contacto o que realizan cambios de dirección muy repetitivos. Estos deportes suelen ser jugadores de fútbol, jugadores de baloncesto, voleibol, tenis o pádel entre otros.

Entre la población no deportista también puede romperse debido a la degeneración de los tejidos con el paso de los años. Es común en personas que durante muchos años realizan trabajos en los que implique estar mucho tiempo agachados, produciendo así, mucha carga y presión sobre las rodillas.

La rehabilitación de la rotura de menisco no es complicada pero si importante para poder volver a la normalidad de la rodilla con la mayor brevedad posible.

Fase 1:

En la primera semana post quirúrgica realizaremos movilidad de pasiva de la articulación de la rodilla y la cadera. La movilización no tiene que llegar al punto doloroso ya que aún la rodilla se encontrará inflamada y no conseguiremos el rango completo en los primeros días.

Realizaremos un drenaje linfático de la rodilla para bajar esa inflamación y descargaremos ligeramente la musculatura del cuádriceps.

Por último realizaremos ejercicios de fortalecimiento de toda la musculatura de la pierna, haciendo hincapié en la musculatura cuadricipital e isquiotibial.

Fase 2:

En la segunda y tercera semana post quirúrgica realizaremos una movilidad pasiva tratando de conseguir el rango completo de movilidad de la rodilla y lo combinaremos con movilidad activa de la rodilla.

Trataremos las cicatrices para evitar las posibles adherencias por falta de movilidad.

Haremos un drenaje linfático si aún queda inflamación de la rodilla y comenzaremos con ejercicios activos resistidos para comenzar a fortalecer la musculatura de la pierna de manera más intensa.

Por último realizaremos ejercicios básicos de propiocepción (equilibrio) con carga sobre las rodillas. Si no aparece dolor podremos hacer ejercicios de propiocepción monopodal para dar más confianza a la rodilla.

Fase 3:

En la última fase alrededor de la 4 semana nos centraremos en el fortalecimiento y propiocepción de la rodilla. Los ejercicios que se realizan son todos activos por parte del paciente. Aumentaremos la intensidad de los ejercicios resistidos para volver a la fuerza normal de la rodilla que tenía antes de la lesión.

En cuanto a la propiocepción aumentaremos la carga de los ejercicios así como ejercicios de cambios de dirección en movimiento o saltos monopodales.

Siempre tendremos que tener en cuenta las molestias que pueda tener el paciente adecuando la carga en cada ejercicio