Rehabilitación de prótesis total de rodilla (PTR)

rehabilitación de prótesis total de rodilla

¿Cuándo está indicada una PTR?

La causa más común por la que se indica una PTR es por un estado de artrosis avanzada donde la articulación está muy desgastada y produce un gran dolor simplemente en actividades de la vida diaria como andar y que se acentúa cuando subimos o bajamos escaleras, por ejemplo.

Otro de las indicaciones para la PTR, en menor medida, es por un fuerte traumatismo sobre la rodilla.

¿Se puede reducir el desgaste por artrosis?

El desgaste por artrosis es difícil que pueda reducirse pero sí podemos disminuir considerablemente el dolor que produce. Es muy común que debido al dolor que produce la artrosis, por ejemplo, en la articulación de la rodilla, nuestro instinto nos lleva a movilizar lo menos posible la rodilla para que así no nos produzca dolor.

Se ha demostrado que podemos reducir el avance de la artrosis y con ello el dolor que produce si mantenemos hábitos de vida saludables, como puede ser andar todos los días, movilizaciones específicas de la rodilla y potenciar la musculatura de la rodilla.

Aunque la prevalencia de la artrosis es en personas con edad avanzada podemos ayudarles a potenciar la musculatura (aunque los cambios los veremos a largo plazo), ejercicios activos y movilizaciones específicas de rodilla. Es importante mantener una rutina diaria de ejercicios fáciles pero con alta eficacia.

¿Cómo es la rehabilitación de una PTR?

Tras el post operatorio nos encontraremos la rodilla muy inflamada, con muy poca movilidad debido a esta inflamación y dolor al movimiento que se acentúa por las noches. Por ello debemos dividir la rehabilitación en 2 fases:

Primera fase:

  • Drenaje linfática del miembro afecto.
  • Movilizaciones pasivas de la rodilla en un rango limitado al dolor.
  • Ejercicios isométricos de cuádriceps.
  • Hielo 2-3 veces al día.

Segunda fase:

  • Continuamos con drenaje del miembro afecto
  • Las movilizaciones ya van buscando un mayor rango de movimiento de la rodilla.
  • Ejercicios de movilidad, como puede ser con unos pedales de suelo.
  • Ejercicio de potenciación de la musculatura de toda la pierna tanto isométricos como concéntricos.
  • Hielo 2-3 veces al día

Tercera fase:

  • Movilización completa de la rodilla en todo su rango.
  • Potenciación de toda la musculatura de la pierna
  • Ejercicios de propiocepción para volver a coger confianza y estabilidad de la rodilla operada

Consejos para aliviar el dolor de rodilla

Es común que tras la operación el paciente tienda a dejar inmóvil la rodilla incluso más aún que antes de la operación, por ello hay que insistirles en andar con muletas o andador desde el día siguiente de la operación. Insistir en paseos cortos en los que activan la circulación y la musculatura que estará muy débil tras la operación. Cuanto antes vuelva a realizar las actividades de la vida cotidiana, antes se recuperará la rodilla.